Algunos amamos ciertos países por “transferencia” de otros amores. Ese es mi caso con Francia, gracias Nico por ello. Por tanto en el momento que se publicó el listado de competiciones internacionales de natación mis ojos se fueron directamente al torneo TIGALY (https://www.tigaly.com/) de Lyon. ¿Qué mejor que una Semana Santa en esa bella ciudad francesa a la rivera del Ródano comiendo en un “bouchons” y una competición de natación? Una vez decididos nos ponemos en marcha a buscar vuelo. Problema con nombre y apellidos, 400 €, grrrr… Increíble pero cierto, los 35 € de low cost se han transformado en los 400 € por Semana Santa… momento de pánico y de SkyScanner. Solución: irse a Genève, nos ahorramos casi la mitad. Se compran los billetes y solucionado, más un blabla car de ida y un tren de vuelta, con su correspondiente hostel y Airbnb… como dice mi madre un Willy Fog.

Genève es mega cara para todo pero un día de ensueño: camiseta de manga corta y gafas de sol, medio baño en el lago, paseo por la ciudad, título de transporte gratis con el hotel… otro nivel, que se dice, y hasta amigos de noche y de copas. No sé por qué pero a Sergio y a mí en este viaje “la gente nos ha querido mucho”. Mucho encuentro con españoles a lo largo del viaje, cada uno con sus historias.

Camino a Lyon en casa de nuestra amiga Pauline, aún no sabemos cómo hizo esta mujer para dejarnos su casa con su “vida dentro”, yo no podría. 48 horas para actos sociales y conocer la localidad. Un verdadero placer de ciudad y de gente, ambiente internacional (lo necesito la verdad, los que me conocen saben de mi “amor” por Europa, la de verdad). Cultura diferente e integradora, conversación en inglés mayoritariamente y algo en francés, y por encima de todo compartir experiencias internacionales. Cenas, aperitivos y copas en lugares tan maravillosos como el ayuntamiento o la bolsa. Compartir vida y también conocer cómo están por ahí fuera en temas LGBTI, y la verdad que en eso, podemos ir con la cabeza bien alta. Creo que podemos presentarnos como referencia, aunque el camino aún es largo y nuestro club tiene mucho trabajo que realizar.

Domingo de Pascua, día de competición y cierre de Tigaly. Madrugón a las ocho de la mañana y viaje hacia las afueras de Lyon, tipo polígono industrial, única pega, pero piscina de 50 metros, así que se les perdona. Larga, muy larga competición, pero muy amena y con bocadillo incluido, vegetal, eso sí. La verdad es que me gusta conocer diferentes piscinas, porque también se observan la diferente cultura, en este caso, vestuario mixto con taquillas de moneda y charquito de agua a la entrada a la piscina. Curiosas las diferencias. Pequeña siesta y a la fiesta. Discoteca en ambiente industrial con show a cargo de los chicos de Cargo (https://www.c-a-r-g-o.org/), los organizadores de la competición. Gran experiencia y perfecta elección del sitio, con un show de Broadway o de los Champs Elysees, me recordó una de mis películas preferidas Moline Rouge con Ewan McGregor y Nicole Kidman. Espectacular hasta la hamburguesa del cierre a las cinco y media de la mañana del lunes.

Por cierto, cero medallas pero manteniendo tiempos, y sin ninguna descalificación ;), pero como es obvio, este tema es el menos importante. Prochaine compétition à Montpellier en 2018.