Aún estoy en el avión, dispuestos casi a despegar, mirando por la ventana cómo cae la nieve y recordando lo bien que preparan las cositas estos alemanes. Esta vez, hemos ido dos representantes de GMadrid Natación: Sergio y yo, Moni Tovar. Ambos con unas ganas muy bonitas de volver a ver a nuevos y viejos amigos, nacionales y extranjeros.

Ante todo, nada más llegar, colgamos nuestra bandera en lo más alto. Nos tiramos a calentar a las nueve en punto de la mañana en una piscina iluminada en su interior. Después de los aplausos a los jueces, discursos oficiales y un minuto de silencio por uno de los coordinadores fallecidos recientemente, puntuales «como alemanes» comienzan las series a ritmo frenético.

A destacar: la organización y el avituallamiento. Por ponerle una pega, algo que suele pasar en todas las competiciones: en el «welcome pack» sólo hay regalos para chicos. En este caso: gel de ducha, desodorante y condones; también unos dulces típicos.

Esta vez nadaba 100 estilos y 400 libres. La segunda prueba fue la que me sirvió para llevarme la medalla de Oro. Muy contenta e ilusionada porque la competencia era fuerte. Se nota que aquí nadan de serie desde pequeños y tienen muy buena disciplina.

La tarde la pasamos de turisteo por la ciudad, sobre todo en el Mercadillo Navideño: vino caliente y frankfurt dog.

El domingo nos levantamos con una estampa navideña increíble: estaba nevando y eso hace que, aunque tengamos mucho frío, todo nos parezca aún más bonito.

La verdad que esta es una competición a la que recomiendo venir. Es muy animada, aunque se hace un poco larga. Está incluido el abono-transporte para los tres días del torneo y se pasa muy bien.

Una vez más estoy triste por despedirme de la gente, pero muy contenta por haber participado en otra competición internacional con lo que ello conlleva de aprendizaje y conocimiento.

Un besito y… ¡Nos vemos en las piscinas, pececillos!

Mónica