Desniveles diarios de 1.500 metros, cuatro cimas y tres travesías por montaña además de un numero alto de ibones marcaron la visita al Pirineo Aragonés que realizamos a primeros del mes de julio 2017.

El Posets y el Perdiguero, con cimas cercanas al Aneto, ocultaban grandes pedreras que pusieron a prueba nuestra resistencia… pasos muy aéreos con riscos muy afilados y zonas de nieve y hielo que solo pudimos atravesar por ser previsores y haber cargado durante toda la travesía con los crampones y el piolet.

En una travesía donde cargas todo lo que puede hacerte falta a la espalda en una mochila debes calcular muy bien lo que llevarás y lo que pesa. En montaña pasas del calor al frío extremo por tanto necesitas ropa para el frío, calor, lluvia y nieve, también comida para todos los días de la travesía, agua, un botiquín personal, crema solar, bolsa de aseo y una bolsa con todo lo pequeño pero imprescindible que necesitarás y que también pesa… suma todo esto y piensa que será el peso con el que deberás cargar cada día todas las horas que dure la marcha sorteando todo tipo de obstáculo.

En esta travesía pudimos experimentar todos estos estados del tiempo: desde la niebla y lluvia del primer día, hasta un calor asfixiante otro de los días, con una bajada de 1.500 metros de desnivel en tan solo dos kilómetros. A cambio pudimos ver vistas desde tresmiles… es decir cimas cercanas, valles inmensos, magnificas cataratas, ibones que son los lagos que forma el deshielo, mares de nubes y toda la fauna que puebla la alta montaña.

Como siempre risas, compañerismo y muy buen ambiente además de la profesionalidad de todos los integrantes del grupo que, a diferentes niveles, cumplió con lo que se esperaba de ellos sin convertirse en una carga para el resto… Y anécdotas de todo tipo: a las omnipresentes vacas de carácter impredecible, este año se unió un ciervo que a punto estuvo de arrollarnos a alguno.

También vivimos LGTB-fobia… 16 chicos gays de diferentes zonas de España por la montaña llaman mucho la atención porque somos como somos y nada mas… Quien preguntó supo que éramos gays y hubo desde risitas a comentarios de todo tipo, pero todo el mundo lo hacía con cuidado o respeto… salvo un pareja de guardias civiles que estaba también de vacaciones haciendo senderismo. Los peores comentarios, los más hirientes, homófobos e irrespetuosos cargados de los peores tópicos llegaron de estos miembros de las fuerzas de seguridad del estado. ¿Acaso no les enseña nadie que si se identifican como pertenecientes a este cuerpo deberían estar para apagar los fuegos del odio en vez de ser la cerilla que los enciende? Es la paradoja del estado, ponen de jefe de bomberos a un pirómano.

Todas estas cosas forman parte de la aventura del deporte de montaña y un año más nada enturbió la magia de estos días de julio de 2017.